Cuando se produjo la invasión de los Pueblos del Mar,* que empezaron a devastar Anatolia (Turquía central) y el norte de Siria, los hititas se incautaron de las tropas y la armada de Ugarit.
El diario aludió a “un estudio realizado entre [140] corresponsales de seis agencias de noticias importantes que suelen cubrir guerras y otros conflictos armados en diversos países”.
Como bien lo expresó un escritor: “El conjunto de cuanto ejército haya marchado y cuanta armada haya sido construida y cuanto parlamento haya funcionado y cuanto rey haya gobernado no ha tenido en la vida del hombre sobre esta Tierra un efecto que iguale al de él”.
Como bien lo expresó un escritor: “El conjunto de cuanto ejército haya marchado y cuanta armada haya sido construida y cuanto parlamento haya funcionado y cuanto rey haya gobernado no ha tenido en la vida del hombre sobre esta Tierra un efecto que iguale al de él”.
Las protestas por la independencia (llamada “azadi”) y un gobierno autónomo en el valle de Cachemira han estado activas desde 1989 y desde entonces, Jammu y Cachemira han estado bajo presencia militar india con legislación como la ley de facultades especiales de las fuerzas armadas y la ley de seguridad pública que les da amplias facultades.
De ahí que estén decididos a conquistar Babilonia armados con sus fuertes arcos, con los que disparan flechas que ‘hacen añicos’ a los soldados enemigos, los hijos de las babilonias.
“Todos los grandes conflictos armados entre 1990 y 2000 han sido internos a excepción de tres”, informa el Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz, con sede en Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés).
Primero de las Crónicas 12:1, 2 dice que los benjamitas eran “hombres poderosos, los ayudadores en la guerra, armados del arco, que usaban la mano derecha y usaban la mano izquierda con piedras o con flechas en el arco”.
El informe de las Naciones Unidas “Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños” declara a propósito de esas tendencias: “Cada vez es mayor la parte del mundo que está siendo arrastrada hacia un vacío moral desolador”.
Dos meses después, una caravana de autobuses y camiones del ejército se estacionó a lo largo del camino, y cientos de soldados zambianos fuertemente armados invadieron el campamento.